Cuántos poemas le escribimos al mar,
con cada letra de cada verso,
donde nace un nuevo universo,
igual a gotitas de sal.
Y a veces, solo a veces y al azar
nombramos también a la arena
cual contador infinito de penas
que todo va bien, que nada va mal.
Cuánto más le diremos al mar
le diremos "llegó una nueva herida,
esa que viajaba a la deriva
y crecía cual pleamar".
Entonces a su orilla llegará una botella
el amante alimentará la noble espera,
mientras las olas cantan para proclamar.
Que la luna en las noches de estrellas
se refleja en el mar, el novio de ella,
para su luz, cual camino, hacer brillar.
