Para qué la gravedad;
por qué hacer de nuestros pies raíces,
ven te brindo el viento,
ven te ofrezco el aire que traspasa poros.
Para qué el aterrizaje;
es manso el reposo y no hay vida,
caminar es un grillete atado a la cadena del tedio.
Pero si no te atreves,
si esta es tu rutina y este es tu pasar por aquí,
no tendré freno para tenerte,
flotaré sobre tus hombros y reiré a tus alrededores,
porque sabes bien que si no vienes
la libertad que en mí habita
me dice “vuela” y voy yo.