jueves, 21 de enero de 2016

Para la sed de mi amado


Para la sed de mi amado
fuente de dulce olor emano,
de mi entrepierna su vino claro
si de mis entrañas sus gemidos,
bestial
brutal suspiro, humano
que a la vereda de su boca,
dispuestos van mis cuatro labios
mientras tanto famélica y dilatada,
gruta húmeda de su simiente,
se alimenta de tal manjar blanco,
placer intermitente, mi garganta,
hambrienta está de su viril encanto,
en espera de una pequeña muerte.

martes, 19 de enero de 2016

Lento se desliza



febril,
ahí, donde su vida es mía, 



en mis adentros saeta.
Cual cuello de cisne 


baña mi piel desierta,




lunes, 18 de enero de 2016

Tengo miedo







¿Por qué me arropa este temor?,
¿acaso no es la compañía cosa buena?
sé que extraño mi soledad
esa que se acomodaba en mi pecho,
éramos de esas amigas que todo se cuentan, 
acurrucadas y  allí.

En todo caso cobarde me defino 
aterrada y en nueva escolta 
esto de haber estado solo conmigo 
sin mirada y sin reflejo
sin calor ni cortejo
sin un abrazo y su cariño,
lo acepto, tengo temor.


viernes, 15 de enero de 2016

Nacimiento

como mis ojeras, 
amarilla y triste como foto antigua 
envejece, se arruga el sol 
poco a poco morirá 
y al fin nacerá mi feliz noche.



jueves, 14 de enero de 2016

De par en par

Me ofrecí así
tendida
ufana
desnuda
de par en par abatida
era postigo abierto
él a mi interior veía
y su voz de hiel
con miel me vestía
quería romperme
quebrar mi alma
reírse de la vida
y yo lo permití
y yo lo permitía.
           

miércoles, 13 de enero de 2016

Y tú

aquel 
que se sabe palpitando en mi pecho?
por qué quiero  tu amor, 
aunque tu corazón al mío rompa? 
¿ y por qué quiero tu vida, 
si vivir sola la mía es norma? 
¿por qué te quiero 
a ti, 
a ti sin mí, 
y tú; 
tú con otra?

martes, 12 de enero de 2016

Insano espíritu iba

Insano espíritu iba 
en busca de lo no conocido
con libertad, se había perdido 
allí en la sombra de la ilusión. 

Noctámbulo y silencioso 
dulces ojos de túnel profundo, 
sin descanso ni sueño fecundo 
silencio voluntario triste cama, 
almohada sin lauros sueños 
mente vacía cuerpo ocioso
triste espíritu en calma.

Piensa ya piensa ahora, 
cuando una tarde más muere 
o luego si la nueva noche nace, 
posible es que insomne vea la aurora 
es probable que mirarse quiere
y quizás en ninguna se hallase.

Mas lee y del silencio suyo 
contestando viene al vacío, 
donde alguna vez acuné su nido,
aquel donde ya no está.

lunes, 11 de enero de 2016

Ajena una sonrisa

Ajena una sonrisa se viste 
tras una locura invadida
dedos que juegan a vivido antojo
la trémula piel confundida.

De qué mal necesario consiste 
si hay poros sin cordura, cruel, viva, 
la lujuria viendo está de reojo 
como se tiende total y rendida.

Tiembla el cuerpo, se entrega , la toma
desvistiendo el alma de la piel 
así el tiempo vuela infiel.

Así entre sudores la busca, se asoma
sudores con olores de miel 
miel, ungüento, savia, aroma.







viernes, 8 de enero de 2016

Se cuela

Se cuela en los poros de la soledad,
la atención, por su presencia distraída, 
despierta la memoria dormida,
de esta piel y su oscuridad.

En todo caso; lo culpo completamente,
ser causa de mi felicidad, 
siendo palabras en complicidad,
siendo almas, cuerpos dementes.

Decidimos hacerlo y está hecho,
el día vivo, sin rabia, sin prisa,
apurada no está la noche,
como rostros vestidos de brisa,
solo futuro, sin nombre, sin cama, sin techo...

lunes, 4 de enero de 2016

Él habla de besos, como si aún recordará besar.

Esporádicamente olvido
a qué saben sus besos,
una amnesia momentánea,
un olvido selectivo;
Vaya su memoria,
siempre niña no encontrada, 
cuando de besos se trataba,
ella jugaba entre las rosas.

Frecuentemente recuerdo
que se parecían al vacío
no porque no tuvieran nada,
era que me dejaban sin respiro.


Y vivía así del recuerdo
de una boca de abismo,
resultando siempre lo mismo,
el olvido y el beso.

Recordé algunos besos furtivos,
y otros entre la gente;
algunos se me perdieron en la mente,
y otros se los llevó el olvido.

Sus labios de color cerezo,
eran imán atractivo, 
le envolvía hasta los sesos,
almíbar adictivo.

Labios de misterio
perfumados de victoria,
besarlos era la gloria,
dejarlos era el infierno.

Era el cielo de sus demonios,
era el suelo de sus sueños,
oscuro y ardiente circonio,
de sus deseos el dueño.

Era su boca
la tibia cárcel de mis labios,
de mis besos más intensos,
de mis palabras más sentidas,
de mis suspiros más extensos.

Era la jaula
de su preferido vuelo,
su escondite eterno,
beso y boca, boca y beso,
atrapado, poseso.

No había conocido antes
encierro más preciado;
ser tu claustro lo más amado,
y mi libertad el fin del sueño.

Dónde memoria sin recuerdo,
dónde atrapar y estar libre, 
dónde lo efímero es eterno...
Sino en un beso que vibre.





                                              A David... si algún día me lee.