Tengo miedo,
no siento más el vacío constante,
ya no hay lágrimas de soledad,
no más el espacio en mi cama,
tengo miedo, le
tengo a él,
a él aquí.
¿Por qué me arropa este temor?,
¿acaso no es la compañía cosa buena?
sé que extraño mi soledad
esa que se acomodaba en mi pecho,
éramos de esas amigas que todo se cuentan,
acurrucadas y allí.
En todo caso cobarde me defino
aterrada y en nueva escolta
esto de haber estado solo conmigo
sin mirada y sin reflejo
sin calor ni cortejo
sin un abrazo y su cariño,
lo acepto, tengo temor.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario