viernes, 3 de marzo de 2017

Sin motivo alguno

Qué egoísta corazón 
o qué espíritu desalmado
entender no logra mis sin razones para dictar “te amos”

¿Y por qué he de tener razones? 
Por qué hay que rebuscar
en el palpitar de este corazón mío 
argumentos para sentirse brincar altivo. 

Qué sé yo por qué mis ojos, 
que aún no lo han visto,
añoran su rostro
cual imagen devota
de aquel que fiel espera se asome desde su distancia remota. 

Cómo definir la piel
que se eriza cuando su dulce voz
la bien llegada
llena la caracola de mi oído con su amar como sonido.

Qué pretensión tan sin objetivo 
la del que piensa que para amarte
debo tener mayor motivo
del que seas la vida misma que hoy feliz contigo vivo.

3 comentarios:



  1. Hermoso, Regina.

    Hermosa cascada de versos.

    ***

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    Respuestas
    1. Muchas gracias Iván!!! Espero volver a escribir pronto y sobre todo espero que regreses con tu lectura.

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    2. Muchas gracias Iván!!! Espero volver a escribir pronto y sobre todo espero que regreses con tu lectura.

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